
Fortress North America: la seguridad como base de la competitividad regional
El panel “Fortress North America”, centrado en seguridad, abordó con seriedad la dimensión más crítica y transversal de la relación bilateral entre México y Estados Unidos. A través de una conversación entre voces clave —la periodista de investigación María Abi-Habib, el expresidente de la Secretaría de Seguridad del Estado de México Rodrigo Martínez-Celis y el presidente del Consejo de Empresas Globales, Manuel Bravo— se puso sobre la mesa un diagnóstico inquietante, pero también propuestas viables para avanzar hacia una región más segura, resiliente y competitiva.
Desde la mirada periodística y comparativa, Abi-Habib, corresponsal de The New York Times, señaló un viraje en la estrategia de seguridad en México, especialmente en lo comunicativo:
“El gobierno mexicano ha aprendido que en temas de seguridad las ópticas lo son todo. Hoy vemos más operaciones visibles y mensajes claros dirigidos a Estados Unidos”.
Su experiencia en zonas de conflicto como Afganistán y Pakistán le permite advertir también los riesgos de enfoques unilaterales desde Washington, especialmente en torno a la propuesta de designar a los cárteles como organizaciones terroristas. Según explicó, ello podría tener efectos colaterales graves, tanto en flujos migratorios como en estabilidad financiera:
“La banca y las empresas estadounidenses podrían retirarse de regiones enteras del país, como Sinaloa, por temor a sanciones, con consecuencias económicas muy amplias”.

Por su parte, Manuel Bravo hizo un llamado firme desde el sector privado:
“La inseguridad nos cuesta a todos. A cada mexicano, 35 mil pesos al año. A las empresas, inversiones millonarias en logística, prevención y protección”.
Subrayó que más del 60% de las empresas globales operando en México ya se dicen afectadas por temas de seguridad, y advirtió que entre 2015 y 2022 se habrían perdido más de 16 mil millones de dólares en inversión extranjera directa por esta causa. Reconoció un cambio positivo en la disposición del gobierno federal a dialogar y abrir canales de colaboración, pero fue claro:
“La seguridad no puede ser una prioridad temporal. Necesitamos una estrategia de Estado a largo plazo”.
Desde una perspectiva operativa, Rodrigo Martínez-Celis aportó una visión pragmática sobre el alcance limitado de las acciones federales si no hay una transformación profunda en el ámbito local. “En Tijuana y Ecatepec hay más policías que en toda la Secretaría de Seguridad federal. Si no fortalecemos lo local, seguiremos repitiendo los mismos diagnósticos cada sexenio”, advirtió. También enfatizó la urgencia de construir sistemas de inteligencia funcionales que integren a todos los actores, incluidos el sector privado y la ciudadanía.
“El éxito está en que la información correcta llegue al escritorio correcto. Sin eso, no hay estrategia que funcione”, afirmó.
El panel culminó con un consenso claro: sin seguridad no hay desarrollo posible, y tampoco integración regional efectiva. La cooperación entre gobiernos, empresas y sociedad civil es indispensable. Así como la cultura crea puentes simbólicos, la seguridad compartida es el cimiento de una Norteamérica verdaderamente integrada. Como dijo María Abi-Habib:
“La elección es clara: acción unilateral o cooperación estratégica. Sólo una puede sostener el futuro compartido que ambos países necesitan”.

AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 03 | abril | 2025
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