
Evolución del talento: La IA revolucionando los Recursos Humanos
En un entorno laboral en constante transformación, impulsado por la digitalización y la innovación tecnológica, la Inteligencia Artificial (IA) representa una herramienta clave para redefinir la gestión del talento y potenciar la competitividad organizacional. Conscientes de esta realidad, el Comité de Capital Humano y Asuntos Laborales de AMCHAM Ciudad de México llevó a cabo una sesión enfocada en la evolución del uso de la Inteligencia Artificial (IA) en Recursos Humanos, contando con la participación de Daniel Rodríguez de Needed.Education, María Elena Estavillo del Centro-i para la Sociedad del Futuro, y Yoel Kluk de Deepple Analytics. La conversación se centró en los usos potenciales, beneficios, retos y riesgos específicos de esta tecnología, con el objetivo de identificar formas positivas, responsables y éticas de implementarla en la gestión del capital humano.
Inteligencia artificial: acelerador de procesos y toma de decisiones
Uno de los principales beneficios de la IA en Recursos Humanos es su capacidad para aumentar la velocidad y precisión en tareas como reclutamiento, selección y onboarding. Las herramientas actuales permiten analizar grandes volúmenes de datos en segundos, generar entrevistas personalizadas y crear guiones adaptados a distintos estilos de liderazgo. Estas aplicaciones no sólo mejoran la eficiencia operativa, sino que también reducen la ansiedad de nuevos empleados al brindarles procesos más estructurados y claros.
Entre las mejores prácticas identificadas se destaca el uso de inteligencia artificial para filtrar perfiles en plataformas como LinkedIn, la automatización en la revisión de currículums, la generación de guiones de entrevista según el estilo de liderazgo del entrevistador y la implementación de procesos de onboarding guiados con IA, que ofrecen mayor claridad y acompañamiento desde el primer día.
El criterio humano no debe perderse
A pesar de los avances tecnológicos, la IA debe complementar y no reemplazar el juicio humano. La toma de decisiones críticas, como contrataciones o promociones, debe mantenerse bajo la responsabilidad de profesionales con experiencia. La IA es tan útil como quien la emplea: su eficacia radica en el criterio con que se interpreten sus resultados.
Por ello, se recomienda que perfiles senior lideren el uso estratégico de estas tecnologías, que todos los resultados generados por IA sean validados con criterio humano, y que exista una definición clara sobre qué procesos pueden automatizarse y cuáles requieren supervisión directa. La clave está en lograr una integración equilibrada, donde la tecnología amplifique la inteligencia humana, sin sustituirla.
Ética, valores y transparencia como ejes rectores
El uso de IA debe estar alineado con los principios de equidad, inclusión y transparencia. Automatizar procesos sin auditoría previa puede amplificar sesgos históricos (por género, edad, formación académica, etc.). La supervisión humana es indispensable para garantizar que la IA no excluya injustamente a ciertos perfiles ni reproduzca discriminaciones sistémicas.
Por ello, es fundamental evaluar constantemente los modelos predictivos, implementar herramientas de auditoría y corrección, y establecer principios éticos claros desde el diseño de cada solución. Solo así se puede garantizar que la IA actúe como un motor de inclusión y equidad, y no como un espejo de las desigualdades existentes.
Preparación interna y madurez tecnológica
Aunque la IA ya está ampliamente disponible, su adopción efectiva requiere madurez tecnológica y una estrategia clara. Las empresas deben capacitar a sus equipos, revisar sus datos históricos, y establecer objetivos concretos: ¿la IA se implementará para mejorar ingresos, reducir costos, o ambas? Además, deben considerar que la IA debe adaptarse al contexto del sector y la cultura organizacional. Por ello, las mejores prácticas incluyen iniciar con proyectos piloto de pequeña escala para luego escalar, entrenar los modelos con información propia y contextualizada, y asegurar que el uso de la IA esté alineado con la estrategia general de la empresa.
Gobernanza y regulación: pilares para un uso responsable
Ante la ausencia de una regulación específica en México sobre IA, las empresas tienen la responsabilidad de establecer marcos internos de gobernanza. Esto incluye definir quién puede usar IA, con qué herramientas y bajo qué lineamientos. También se destacó la urgencia de avanzar hacia una regulación externa que proteja los derechos humanos y defina responsabilidades legales claras. Se recomienda implementar protocolos internos de gobernanza, comunicar abiertamente los riesgos potenciales y capacitar a todo el equipo en un uso ético y responsable de la IA, así como definir niveles de supervisión adecuados según la sensibilidad de cada proceso.
Casos de uso y aprendizajes aplicables
Durante la sesión se compartieron ejemplos reales de empresas que, al auditar sus procesos de selección, identificaron sesgos importantes que podrían haberse amplificado sin revisión previa. También se destacó el valor de las redes organizacionales para detectar liderazgos informales, anticipar riesgos laborales y fomentar una gestión proactiva del talento. Entre las mejores prácticas, sobresalen la auditoría previa a la automatización de decisiones, el uso de IA para monitorear el ambiente laboral y prevenir conflictos, y la identificación de patrones de liderazgo oculto como herramienta clave para el desarrollo organizacional.
La IA representa una oportunidad sin precedentes para transformar la gestión del capital humano, pero su implementación debe ir acompañada de responsabilidad, ética y una estrategia clara. El futuro del trabajo no depende únicamente de la tecnología, sino de la capacidad humana para dirigirla con propósito y visión.


AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 28 | mayo | 2025