La frontera: núcleo de la co-producción, integración y prosperidad en Norteamérica

La frontera: núcleo de la co-producción, integración y prosperidad en Norteamérica

La frontera entre México y Estados Unidos no es solo una línea que separa. Es un espacio donde convergen talento, infraestructura, comercio e innovación para construir el futuro de Norteamérica. En ese espíritu, en agosto de 2024, durante un encuentro en Brownsville, Texas, presentamos RioPlex: una iniciativa que impulsa la promoción conjunta del Valle del Río Grande en Texas y el norte de Tamaulipas, destacando sus ventajas competitivas para atraer inversión, desarrollo y prosperidad compartida.

Durante el “Texas Port to the Stars FDI Summit” organizado por CiL (Commodities Integrate Logistics), destacamos como desde el Noreste mexicano —una de las regiones más dinámicas del país—, la relación con Texas impulsa una integración profunda y tangible. Texas es el principal socio comercial de México dentro de Estados Unidos, y México es, a su vez, el mayor mercado de exportación para Texas. En 2024, el comercio bilateral superó los 281 mil millones de dólares, representando el 27% del comercio total de Texas. Esta relación sostiene más de 466 mil empleos en Texas y ha sido clave en el crecimiento de sectores estratégicos como el farmacéutico, que registró un aumento del 142% en exportaciones de Texas a México. Además, las empresas mexicanas están profundamente invertidas en Texas, con presencia en sectores como alimentos, manufactura, tecnologías de la información y transporte.

“Esta no es solo una historia de comercio. Tenemos una colaboración donde nuestras industrias y nuestra infraestructura trabajan juntas para construir un sistema de coproducción para el mundo como región”.

Grace Lingow, Directora del Capítulo Noreste de AmCham

En 2020, el 12.9% de las importaciones estadounidenses desde México contenían valor agregado de EE.UU., una cifra muy superior al promedio mundial (4.8%) y más de 9 veces mayor que la de China (1.4%). Esto significa que nuestras cadenas están profundamente integradas. 

Hoy, esta región es clave para fortalecer a Norteamérica como bloque económico. Así lo demuestra el proyecto “Regional Prosperity: Stories of North American Integration”, liderado por AmCham Noreste. Su tesis es contundente: la integración productiva en Norteamérica bajo el T-MEC impulsa la prosperidad, fortalece la seguridad nacional y reduce los flujos migratorios no regulados.

Motores de la integración

Este potencial compartido se sostiene sobre pilares estratégicos que hacen de la región fronteriza un motor clave para la integración de Norteamérica. Estos son algunos de los factores que impulsan esta visión:

Demografía: Frente al envejecimiento global, la región destaca por una población joven y dinámica

  • Más del 50% de la población en México tiene menos de 30 años, lo que representa una ventaja competitiva clave en un mundo con escasez de talento (INEGI / CONAPO).

Geografía: La cercanía geográfica permite un comercio más ágil, seguro y competitivo.

  • El 43.5% del flujo comercial por carretera y el 54% por ferrocarril entre México y EE.UU. cruza por Tamaulipas.

Talento y recursos: Aprovechar al máximo las fortalezas únicas de cada país genera innovación y productividad.

  • Brownsville es la única ciudad del mundo con puerto aéreo, marítimo, terrestre, ferroviario y espacial.
  • La región fronteriza Texas-México cuenta con 23 puentes internacionales (15 comerciales, 8 para vehículos ligeros), 6 aeropuertos, 3 puertos marítimos, 1 puerto ferroviario y un puerto espacial (SpaceX, Starbase).

Cadenas de valor regionales: La co-producción entre ambos lados de la frontera incrementa la resiliencia y competitividad frente a otras regiones del mundo.

  • Del total de exportaciones de México a EE.UU., cerca del 40% del contenido es de origen estadounidense, reflejo de una integración única en el mundo (Wilson Center).

Integración: La confianza y los valores compartidos fortalecen las relaciones a largo plazo.

  • México y Estados Unidos llevan más de 100 años construyendo una relación basada en diálogo, comercio y cooperación, y comparten más de 2,000 millas de frontera activa (U.S. Department of State).

El Noreste de México funciona en esta dinámica como epicentro logístico, tecnológico y humano para el desarrollo regional. AmCham, Capítulo Noreste, es clave para el desarrollo de infraestructura estratégica, la facilitación del comercio y la coordinación entre sectores público y privado en la región. 

“Nos hemos centrado en ser un canal eficaz entre el sector privado y las autoridades para promover y construir el diálogo, las mejores prácticas y un entorno empresarial favorable para todos. Ahora, más que nunca, es momento de mirar hacia adelante y seguir construyendo la confianza y la colaboración que nos ha definido durante más de 100 años”.

Lorenzo Barrera, Presidente del Capítulo Noreste de AmCham y Presidente Ejecutivo de Grupo Financiero Base.

AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Monterrey N.L. | 15 | abril | 2025

Cultura como estrategia: el poder blando en la relación México–Estados Unidos

Cultura como estrategia: el poder blando en la relación México–Estados Unidos

En el marco del foro bilateral México–Estados Unidos, el conversatorio entre la chef, autora y conductora Pati Jinich y el director general de AmCham/Mexico, Pedro Casas Alatriste, ofreció una reflexión profunda sobre el rol de la cultura —y particularmente de la gastronomía— como herramienta de poder blando en la relación entre ambos países. En un contexto de tensiones políticas y desafíos compartidos, este diálogo puso de relieve cómo los vínculos culturales, lejos de ser un elemento accesorio, son un vehículo estratégico para construir entendimiento, cooperación y una narrativa común.

Pati Jinich, recientemente reconocida por The Washington Post como una de las 50 personas que están transformando la sociedad estadounidense, compartió su trayectoria personal: de politóloga e investigadora en temas de América Latina a promotora internacional de la cocina mexicana. Desde hace 14 temporadas, su serie Pati’s Mexican Table ha llevado a millones de hogares estadounidenses la riqueza culinaria de México, ganando premios como el James Beard y múltiples nominaciones al Emmy.

 “He aprendido que, cuando existen diferencias ideológicas, culturales o religiosas, no hay mejor punto de partida para el entendimiento que un plato de pozole en la mesa”, afirmó.

Pedro Casas Alatriste subrayó la relevancia de estas expresiones culturales como instrumentos de diplomacia pública y como complemento necesario a las estrategias del sector privado para posicionar a México en el exterior. Jinich coincidió y compartió ejemplos concretos del impacto de estas narrativas. En la docuserie La Frontera, por ejemplo, documentó la vida cotidiana de comunidades a ambos lados de la línea divisoria, mostrando cómo la economía, la cultura y los vínculos humanos en la región fronteriza son intrínsecamente binacionales.

“Contar historias como la del origen tijuanense de la ensalada César, presente hoy en menús de todo el mundo, permite abrir puertas al diálogo desde un terreno común”, señaló.

Uno de los mensajes centrales fue que las expresiones culturales —como la música, la comida o las tradiciones— son capaces de trascender divisiones políticas y generar empatía donde el discurso público a menudo falla. “Cuando alguien comparte lo que le cocinaba su abuela, se desarma la distancia, se tiende un puente”, dijo Jinich. Esta forma de vinculación emocional, sostuvo, es indispensable para fortalecer las relaciones en tiempos de polarización.

También abordó los estereotipos y barreras que ha enfrentado como mexicana en Estados Unidos, y cómo decidió rechazar ofertas mediáticas que buscaban diluir su identidad cultural. “Me negué a borrar mi acento o a convertir los tacos en hamburguesas con mole. Aposté por una narrativa auténtica, con una visión de largo plazo”, explicó. Hoy, ese enfoque se traduce en un creciente reconocimiento de la cocina mexicana como parte del tejido cultural estadounidense, con platillos como los tamales o el guacamole ya insertos en las celebraciones y hábitos de millones.

La conversación cerró con una reflexión optimista sobre el futuro de la relación cultural bilateral. Si bien reconoció el momento político complejo, Jinich subrayó que las dinámicas demográficas, el intercambio cotidiano y la apropiación creciente de tradiciones mexicanas por parte del público estadounidense son tendencias estructurales.

“No se trata de conquistar, sino de mostrar el valor que aportamos a la mesa, al imaginario colectivo y a la vida diaria. La cooperación cultural, como los tacos, llegó para quedarse”, concluyó.

Este diálogo evidenció que el poder blando no es un recurso menor, sino una estrategia fundamental para moldear percepciones, generar cercanía y consolidar una relación más resiliente entre México y Estados Unidos.

AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 03 | abril | 2025

108 Años conectando a la comunidad binacional

Fortress North America: la seguridad como base de la competitividad regional

Fortress North America: la seguridad como base de la competitividad regional

El panel “Fortress North America”, centrado en seguridad, abordó con seriedad la dimensión más crítica y transversal de la relación bilateral entre México y Estados Unidos. A través de una conversación entre voces clave —la periodista de investigación María Abi-Habib, el expresidente de la Secretaría de Seguridad del Estado de México Rodrigo Martínez-Celis y el presidente del Consejo de Empresas Globales, Manuel Bravo— se puso sobre la mesa un diagnóstico inquietante, pero también propuestas viables para avanzar hacia una región más segura, resiliente y competitiva.

Desde la mirada periodística y comparativa, Abi-Habib, corresponsal de The New York Times, señaló un viraje en la estrategia de seguridad en México, especialmente en lo comunicativo:

“El gobierno mexicano ha aprendido que en temas de seguridad las ópticas lo son todo. Hoy vemos más operaciones visibles y mensajes claros dirigidos a Estados Unidos”.

Su experiencia en zonas de conflicto como Afganistán y Pakistán le permite advertir también los riesgos de enfoques unilaterales desde Washington, especialmente en torno a la propuesta de designar a los cárteles como organizaciones terroristas. Según explicó, ello podría tener efectos colaterales graves, tanto en flujos migratorios como en estabilidad financiera:

 “La banca y las empresas estadounidenses podrían retirarse de regiones enteras del país, como Sinaloa, por temor a sanciones, con consecuencias económicas muy amplias”.

Por su parte, Manuel Bravo hizo un llamado firme desde el sector privado:

“La inseguridad nos cuesta a todos. A cada mexicano, 35 mil pesos al año. A las empresas, inversiones millonarias en logística, prevención y protección”.

Subrayó que más del 60% de las empresas globales operando en México ya se dicen afectadas por temas de seguridad, y advirtió que entre 2015 y 2022 se habrían perdido más de 16 mil millones de dólares en inversión extranjera directa por esta causa. Reconoció un cambio positivo en la disposición del gobierno federal a dialogar y abrir canales de colaboración, pero fue claro:

“La seguridad no puede ser una prioridad temporal. Necesitamos una estrategia de Estado a largo plazo”.

Desde una perspectiva operativa, Rodrigo Martínez-Celis aportó una visión pragmática sobre el alcance limitado de las acciones federales si no hay una transformación profunda en el ámbito local. “En Tijuana y Ecatepec hay más policías que en toda la Secretaría de Seguridad federal. Si no fortalecemos lo local, seguiremos repitiendo los mismos diagnósticos cada sexenio”, advirtió. También enfatizó la urgencia de construir sistemas de inteligencia funcionales que integren a todos los actores, incluidos el sector privado y la ciudadanía.

“El éxito está en que la información correcta llegue al escritorio correcto. Sin eso, no hay estrategia que funcione”, afirmó.

El panel culminó con un consenso claro: sin seguridad no hay desarrollo posible, y tampoco integración regional efectiva. La cooperación entre gobiernos, empresas y sociedad civil es indispensable. Así como la cultura crea puentes simbólicos, la seguridad compartida es el cimiento de una Norteamérica verdaderamente integrada. Como dijo María Abi-Habib:

“La elección es clara: acción unilateral o cooperación estratégica. Sólo una puede sostener el futuro compartido que ambos países necesitan”.

AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 03 | abril | 2025

108 Años conectando a la comunidad binacional

La migración como oportunidad económica para México

La migración como oportunidad económica para México

En un momento en que la migración suele ser tratada como crisis o amenaza, el panel “Migration: Legal Pathways for Success” ofreció una lectura más matizada y estratégica: ver a las personas migrantes no solo como sujetos de asistencia, sino como actores económicos clave para el presente y futuro de México. Moderado por Hannah Töpler, fundadora de Intrare, el panel reunió a Andrew Selee (Migration Policy Institute), Dana Graber Ladek (OIM México) y Roberto Campa (FEMSA), para explorar cómo el sector privado puede —y debe— jugar un rol central en la integración laboral de personas migrantes y repatriadas.

Andrew Selee abrió la conversación con una afirmación contundente: “El tema migratorio es más económico que humanitario”.

Para el presidente del Migration Policy Institute, Estados Unidos depende de la migración para el crecimiento de su mercado laboral, y México comienza a transitar por una vía similar. Señaló que el país enfrenta una demografía cambiante, especialmente en el norte y en sectores como la agroindustria, donde ya se siente la escasez de mano de obra. En ese contexto, tanto los migrantes que llegan como los mexicanos que podrían ser deportados en el futuro representan un capital humano valioso. “Muchos de los retornados tienen habilidades adquiridas en EE.UU. que pueden aprovecharse aquí”, explicó, evocando el concepto de skills of the unskilled: capacidades informales pero clave, como administrar pequeños negocios o manejar relaciones con clientes en otro idioma.

Por su parte, Dana Graber Ladek ofreció una visión precisa sobre los flujos actuales. Si bien se ha registrado una caída importante en los cruces irregulares hacia Estados Unidos y por el Darién, en México se identificaron más de 900 mil personas migrantes sin documentos solo en 2023. Muchas de estas personas no buscan regresar a sus países de origen:

“El 72% de quienes entrevistamos no planea volver. Huyen de pobreza extrema, violencia o efectos del cambio climático”, compartió. Frente a esto, Graber enfatizó el potencial de la integración laboral: “Hay una situación gana-gana-gana: personas que quieren trabajar, empresas con vacantes, y una economía nacional que necesita dinamismo”.

Desde el sector empresarial, Roberto Campa ofreció un caso concreto de cómo esta integración puede ser exitosa. FEMSA, que ha contratado a más de 4 mil personas refugiadas desde 2019, inició este camino por necesidad —en algunas tiendas Oxxo era difícil cubrir vacantes— y descubrió grandes beneficios.

“La rotación de personal fue menor, la productividad aumentó y el ambiente laboral mejoró”, explicó. Además, compartió cómo las empresas están trabajando con el gobierno para ofrecer empleo a personas repatriadas: hay más de 60 mil vacantes disponibles en todo el país. Aunque los retornos masivos aún no ocurren, “las empresas están listas”, dijo.

El reto, según los panelistas, es pasar de proyectos aislados a una transformación estructural. Töpler subrayó que ya existe infraestructura —desde la OIM hasta plataformas como Intrare— para capacitar, documentar y vincular a personas migrantes con empresas. Pero falta voluntad política y un cambio de narrativa.

“México es de los pocos países donde el empresariado ha empujado una visión positiva sobre la migración”, apuntó, haciendo un llamado a escalar estos esfuerzos.

Graber remató con una reflexión poderosa:

“Para las personas migrantes, lo primero que piden es un ingreso, después alimento, y luego documentación”.

Asegurar vías legales de trabajo dignas es, por tanto, una necesidad urgente y una oportunidad del país. La migración, bien gestionada, no solo puede aliviar crisis humanitarias: puede ser uno de los motores más importantes del desarrollo económico de México en los años por venir.

AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 02 | abril | 2025

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Co-producción como pilar de la relación México-EE.UU.: Una realidad ineludible

Co-producción como pilar de la relación México-EE.UU.: Una realidad ineludible

En el contexto actual de incertidumbre geopolítica y tensiones comerciales, el panel “Trade in a Co-Production System” ofreció un diagnóstico claro y fundamentado sobre la profundidad de la integración económica entre México y Estados Unidos. Moderado por Christine Murray, corresponsal del Financial Times, el diálogo reunió a Luis de la Calle, director general de De la Calle, Madrazo, Mancera; Pedro Huerta, country manager de Amazon México; y la economista Katheryn Russ, profesora en UC Davis, quienes coincidieron en que la co-producción no solo es una característica del comercio regional, sino su esencia estructural.

Luis de la Calle abrió con una afirmación contundente: “Hoy no se pueden operar industrias en Estados Unidos sin México”.

Argumentó que la idea de separar las economías de ambos países, aunque teóricamente posible, sería un error costoso, complejo y profundamente contraproducente. Recordó que ni siquiera Donald Trump pudo desmontar el TLCAN, porque subestimó el nivel de integración. En su visión, el reto actual para México no es resistir los embates proteccionistas, sino impulsar políticas internas que fortalezcan su competitividad, aprovechar las reglas de origen del T-MEC y construir una estrategia energética que le permita integrarse verticalmente en cadenas industriales clave como acero, vidrio y petroquímicos.

Por su parte, Katheryn Russ ofreció datos reveladores que cuantifican esa interdependencia: más del 30% del contenido de las exportaciones mexicanas a EE.UU. es valor agregado estadounidense.

“Desde ambas perspectivas, existe un nivel de integración extremadamente profundo”, afirmó.

Además, advirtió sobre el impacto negativo de la incertidumbre comercial, como la amenaza de aranceles, en las decisiones de inversión y contratación. Para Russ, la sobrevivencia del T-MEC no depende solo de razones económicas, sino también de cómo se aborden preocupaciones distributivas y de seguridad nacional en el debate político estadounidense.

Pedro Huerta, desde su experiencia como country manager de Amazon, aportó una dimensión empresarial concreta. Narró cómo Jeff Bezos tomó la decisión estratégica de lanzar Amazon México hace una década, no por ideología, sino por geografía y sentido común. “Es tan obvio que debemos lanzar México… los mexicanos lo van a amar”, recordó. Huerta compartió que hoy Amazon México conecta a más de 3,000 vendedores locales con consumidores en Estados Unidos y que el comercio fluye en ambas direcciones. Además, anunció proyectos de inversión como un centro de datos en Querétaro y el despliegue del Proyecto Kuiper, una constelación de satélites para mejorar la conectividad en zonas remotas de México.

“Amazon apuesta a México en el largo plazo, no solo por cercanía, sino porque creemos en su futuro”, concluyó.

El panel cerró con una advertencia y una oportunidad. Si México aprovecha su red única de acuerdos comerciales, mejora su infraestructura, y fortalece su Estado de derecho, puede convertirse no solo en el socio preferente de EE.UU., sino en un eje estratégico entre América, Europa y Asia. De lo contrario, corre el riesgo de quedar atrapado en las tensiones internas del vecino del norte. La coproducción no es una utopía a construir, sino una realidad que ya existe—y que merece ser defendida y profundizada con visión de futuro.

AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 02 | abril | 2025

108 Años conectando a la comunidad binacional