El Comité de Capital Humano y Asuntos Laborales de AMCHAM Ciudad de México llevó a cabo una sesión estratégica con el propósito de compartir las mejores prácticas para prevenir y abordar la violencia laboral en las empresas. Contamos con la participación de Carlos Zavala de Newmont, Lorenzo Roel del Consejo Coordinador Empresarial, Bibiana Rangel de General Motors y Pedro Américo Furtado de la Organización Internacional del Trabajo.
Impacto de la Reforma Laboral y Reducción de la Jornada Laboral
Uno de los principales temas abordados fue la reforma laboral que plantea la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales y sus posibles implicaciones para sectores clave como el automotriz y el minero. Estas industrias, por su naturaleza, requieren operaciones continuas, lo que plantea un desafío tanto para la productividad como para la regulación laboral. La discusión se centró en la necesidad de adaptar los modelos de trabajo sin que ello implique un perjuicio para la producción o el desempeño de las empresas. Se destacó que, en lugar de aplicar una reducción uniforme en toda la industria, se debe permitir una transición gradual, tomando en cuenta las necesidades específicas de cada sector.
Adaptación Empresarial y Relación con los Sindicatos
Las empresas han mostrado su disposición a trabajar estrechamente con los sindicatos para gestionar de manera eficiente los cambios necesarios sin afectar los derechos de los trabajadores ni la continuidad de las operaciones. A lo largo de la sesión, se subrayó la importancia del diálogo continuo y del establecimiento de acuerdos tripartitos entre el gobierno, las empresas y los sindicatos. En este sentido, las mejores prácticas mencionadas incluyeron la implementación de modelos de trabajo flexibles, como el 6×1, 5×2 y 4×3, y la posibilidad de incrementar las horas extra como un mecanismo para contrarrestar las pérdidas de productividad derivadas de la reducción de horas laborales. Asimismo, se enfatizó la importancia de garantizar que los cambios en las jornadas no resulten en una merma de los beneficios sociales para los trabajadores.
Discusión sobre la Reforma Laboral: Enfoque Gradual y Esquemas Flexibles
A medida que la reforma avanza, se crearon mesas de trabajo para discutir cómo será la implementación de la jornada laboral de 40 horas semanales. Los empresarios coincidieron en que la transición debe ser ordenada y escalonada, adaptada a las características y necesidades de cada sector. Se propuso que el proceso sea gradual para que permita a cada industria hacer ajustes sin comprometer su competitividad. Por ejemplo, la industria minera, que enfrenta desafíos relacionados con la operación en territorios complejos, podría requerir más flexibilidad en los horarios y la posibilidad de programar turnos largos en ciertas circunstancias.
Mejores Prácticas para la Gestión de la Jornada Reducida
Entre las mejores prácticas compartidas en la sesión, destacó la importancia de un enfoque personalizado y basado en las características de cada empresa. Varias organizaciones han adoptado modelos flexibles de trabajo que permiten ajustarse tanto a las demandas operativas como a las normativas laborales. Estos modelos incluyen, entre otras estrategias, el uso de turnos alternos, el trabajo remoto en áreas administrativas y la implementación de jornadas intensivas en ciertos períodos del año. También se destacó la importancia de la formación continua para los trabajadores, a fin de garantizar que puedan adaptarse a los cambios sin perder productividad.
Perspectiva Empresarial sobre la Reforma y la Disponibilidad de Mano de Obra Capacitada
Otro tema clave fue la escasez de mano de obra especializada, un desafío que la reforma laboral podría intensificar. Los panelistas señalaron que es esencial desarrollar programas de formación y capacitación para los trabajadores, así como considerar el talento migrante como una solución a la falta de personal especializado en determinadas áreas. La transición hacia una jornada reducida debe ir acompañada de iniciativas para mejorar las competencias laborales, de modo que las empresas puedan seguir operando de manera eficiente sin comprometer la calidad de su producción.
Recomendaciones de la OIT: Flexibilidad y Evaluación de Impacto
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) subrayó la necesidad de que cualquier reforma laboral, incluida la reducción de la jornada laboral, se base en un análisis riguroso de su impacto en la productividad, la estabilidad laboral y la competitividad. Las recomendaciones de la OIT apuntaron a la implementación de la jornada reducida de forma progresiva, permitiendo ajustes en los sectores que lo requieran y tomando en cuenta los resultados obtenidos durante los primeros años de implementación. Además, se mencionó que los cambios en la jornada laboral no deben aplicarse de manera uniforme a todas las industrias, ya que cada sector tiene características particulares que deben ser tomadas en cuenta en el proceso de transición.
Para garantizar que la transición a la nueva jornada laboral sea equitativa y sostenible, es fundamental un enfoque estructurado que considere las necesidades de cada sector, el diálogo abierto entre empresas, sindicatos y autoridades, así como el respaldo de políticas públicas adecuadas. La capacitación y la innovación tecnológica serán claves para mantener la competitividad sin comprometer la estabilidad empresarial. Solo a través de una implementación gradual y consensuada, con mesas de trabajo que integren a todos los actores, se podrá lograr un cambio que beneficie tanto a los trabajadores como al desarrollo económico del país.


AMERICAN CHAMBER/MEXICO
Ciudad de México | 26 | febrero | 2025